El concepto principal del seguro —el de diversificar el riesgo— ha existido desde los inicios de la humanidad. Ya sea para la caza de alces gigantes, hechas en grupo para diversificar el riesgo de uno solo ser el único herido o muerto; o para el transporte de carga, distribuida en varias caravanas para evitar perder todo el envío a causa de una tribu saqueadora; el hombre ha sido siempre cauteloso del riesgo.
La primera póliza (contrato) de seguro escrita apareció en tiempos antiguos (1760 AC), en un obelisco babilonio tallado con el código del rey Hammurabi —una de las primeras formas de leyes escritas—. Si bien estas leyes eran extremas en la mayoría de los aspectos, ofrecían un seguro básico en que un deudor no tenía que pagar sus préstamos si alguna catástrofe personal lo hacía imposible (discapacidad, muerte, inundaciones, etc.).
Esta codificación del derecho personal y comercial incluía referencias a préstamos o financiamientos con los que un comerciante podía asegurar su mercadería. Es decir, por un costo adicional, era posible concertar un préstamo para que si el barco naufragara el préstamo ya no era reembolsable: una forma de seguro marítimo.
Fuente:
Beattie, A. (2017). The History Of Insurance. Investopedia. Recuperado de http://www.investopedia.com/articles/08/history-of-insurance.asp
Fulcher, G. (2017). Insurance: A brief history. The Actuary. Recuperado de http://www.theactuary.com/archive/old-articles/part-6/insurance-3A-a-brief-history/
Ponce de León, R. (2017, junio). Seguros automotrices, una historia larga y movida. Motorbit. Recuperado de http://motorbit.com/seguros-automotrices-una-historia-larga-movida/
Comentarios
Publicar un comentario